Utilizamos la terapia eléctrica para controlar el dolor, fortalecer los músculos y estimular movimientos intestinales.
En la terapia física usamos los agentes físicos para sanar. Por lo tanto, tanto la electricidad como los distintos tipos de radiaciones del espectro electromagnético, así como las ondas de ultrasonido forman todo un arsenal terapéutico para nuestra profesión.
Y su uso es imprescindible en la consulta del fisioterapeuta. En FISA trabajamos con radiaciones no ionizantes (no dañan los tejidos).
La electroterapia es una técnica que se encuentra dentro de la medicina física y rehabilitación.
Esta corriente de la terapia física la definimos como el arte y la ciencia del tratamiento de lesiones por medio de la electricidad.
La historia de la electroterapia se remonta a la aplicación de las descargas del pez torpedo , esto desde la época griega y romana.
Actualmente, la tecnología nos permite utilizar numerosos aparatos (productos sanitarios) para la aplicación de la electroterapia sin correr riesgos. Ejemplo son los efectos secundarios, como los TENS o los estimuladores de alta o baja frecuencia.
Los principales efectos de las distintas corrientes de la terapia eléctrica son:
- Analgésico.
- Anti inflamatorio.
- Mejora del trofismo.
- Potenciación neuro-muscular.
- Térmico, en el caso de terapia eléctrica de alta frecuencia.
- Fortalece los músculos.
- Mejor transporte de medicamentos.
- Disminución de algun edema.
- Mejor sanacion en las heridas
- Control del dolor agudo